Una cuestión de puntería.

Sí, estoy escribiendo esto a las 5 de la madrugada de un día de clases como cualquier otro. Y sí, parece que me estoy ufanando de otro furioso caso de insomnio. Pero la verdad es que no quiero desaprovechar los frescos horrores de un evento terrible, ocurrido al parecer, no muchas semanas atrás cuando un joven filmó la incineración de un cachorro de perro. El ominoso hecho donde un grupo de 4-5 hombres jóvenes bañan en líquido combustible al animal y le prenden fuego sólo para verlo retorcerse en una pequeña pira de agonía ocurre dentro de un contexto de recreación que no deja de asombrame, y que me convence una vez más del evidente uso inapropiado de la palabra "humano". Una idea que a mí mismo me suena detestable, pero que ha ido ganando su espacio en el seno de mi pensamiento.
Del caso antes mencionado se puede decir tanto desde una perspectiva abstracta de moralidad institutiva de la sociedad, pero tan poco, en efecto, si lo que se quiere es delatar y corregir o por lo menos conducir la búsqueda de un correcto paliativo que neutralize la ira y el resentimiento generado.
Es un hecho que, mientras les escribo esto, un millar de gringos desvelados y ciegos de ira canalizan ese odio de la manera más estúpida e improductiva, insultando y degradando, ignorantes de la perpetuación de la cadena del mismo odio que quieren exudar. Pero ya que los antecedentes son frescos, los pongo a su disposición: hace no muchos dias, en la sección /b/ de 4chan, catalizador de todo lo bueno y lo malo que pasa en las "interwebz" y centro de operaciones del famosísimo grupo de hackers y crackers Anonymous, un anon (sujeto anónimo) cuyas buenas intenciones aventajan a su capacidad de escrutinio, posteó un hilo con supuesta información de los desalmados autores del crímen, apuntando entre otras cosas la dirección de la cuenta de Youtube del posteador original del video que data del 28 de julio. Dicho material fue eliminado por razones obvias, pero para mi sorpresa fue subido nuevamente por una cuenta cualquiera el día de ayer, lo que permitió difundir la falsa noticia de que el asesinato del can era obra del joven brasileño dueño de la primera cuenta.
No tardé en caer en cuenta que las pocas risotadas que emitian los desadaptados del video del perro no correspondian a idioma latino alguno. Por así decirlo, me tomó menos tiempo que digerir las exaltadas críticas de los indignados usuarios, que por momentos eran filosóficas interpretaciones de la decadencia social brasileña y otras veces, francas amenazas de muerte.
 Una vez confirmado en un foro en portugués la invalidez de las acusaciones, fue poco lo que pude hacer para refutar el convencimiento de muchos "enojados", no digamos reinvindicar al pobre diablo que se atrevió a mostrar el video, talvez para llamar la atención, talvez para denunciar el abuso del desafortunado animal con el mismo arrebato que le producía la impotencia e imprudencia de la que luego sería objeto.
Unas imágenes de los eventos:

"Thread eco" del orignal de hace unos días en /b/. 

 La cuenta del chico.

 Ignominia, ignominia everywhere.

Quisiera agregar más, pero la gata de la casa ha roto en interrumpido llanto en lo que creo son los  arrebatamientos propios de la época del celo.
Su predisposición a aparearse es tan inútil como mi esfuerzos por callarla, lo que me atormenta y me frustra. Eso genera una ira que me asfixia y aunque a veces quiero tirarla por la ventana, no lo haría ni le prendería fuego por razones de las que no estoy muy seguro, de las que nunca estuve muy seguro, pero que estoy en plan de averiguar.
Mientras tanto veo por mi ventana al sol alzarse a lo lejos, preguntándome si hoy tambien alumbrará a los hombres y a las bestias.