miércoles, enero 27, 2010

A millares surgir.

Dentro de nuestras cabezas, llenas de capas como las cebollas (citando a sir Shreck), nosotras las personas solemos tomar una psico-postura social-material-conservadora, que nos permite evadirnos de las distintas obligaciones que como humanos la naturaleza nos confiere.
Es en esta ego-burbuja donde flotan los pedazos de nuestra conciencia, a modo de objetos.
Sin ir mas lejos, las personas, nosotros, tu y yo, nos vemos reducidos a un montón de actividades tediosas que orbitan muy cerca de un cúmulo cósmico llamado porvenir (el económico, fisiológico, social, cultural, y espiritual, en ese orden).
Ya que inevitablemente experimentamos el súbito y logarítmico ritmo del limitado número de respuestas para con nuestro entorno, éste, sin más que hacer, nos permite, nos convence de hastiarnos de él.
Y de esta forma, es que nos aburrimos de nuestra existencia.
Pero, asi como somos, cómodos vegetales mamifereizados, las personas nos las ingeniamos para re-conectarnos con este, nuestro circuito binario.

En la búsqueda del sentido a su existencia, el hombre ha sabido distinguir de entre sus muchas sensaciones y certezas, el placer. Fuerza que todo lo mueve, que a todos consume, y que a nadie se adapta; de su búsqueda las crónicas posibles serian sencillamente repasar la historia de nuestra civilización.

Pero el hombre, un ser mucho más organizado que los que comparten en esta tierra su sombra y sus mañas, tuvo que vérselas negras en sus inicios, dándose espacio entre las especies más grandes a costa de esfuerzo y trabajo. Y porque nada le causó más satisfacción que la sensación del trabajo realizado, aprendió con dolor a caracterizar al placer.

Llegando a nuestros dias, y volviendo a los ciclos mortuorios de su lenta agonía, la humanidad se enseñó a subsistir torno su convivencia con el placer.
Saben que tienen que dar para recibir.
Y esperan cansinos el término de su rutina de trabajo, para luego sodomizarse a una tambien extenuante rutina de ocio.


¿Seremos asi, tan raros los humanos?
¿Cómo?
¿Que no todos somos así?

Recuerdo que, hace unos pocos meses, mientras veía Los Simpson en la Fox, me dio un no se-qué, un tedio, un estoy-chato.
Y apague la cuestión. Sin más.
Al rato, como me encontré solo y vacio, me puse a pensar en que podía hacer en este vago free-lance-moment que me habia regalado.
..Ah, me pongo a webear con la guitarrAh, no, mejor compongo algo, cortito no másiesqueAh pero es que igual es difícil, y yo no soy ningún SerrAh pero claro, saco algo, que ya se haya hecho, y lo paso al GuitarPro!!

Sée, algo así pensé. Medio en broma, medio enserio. La cosa es que, cuando me doy cuenta, tenía las tablaturas del Himno Nacional.
Le cuento a Lyn, a mi viejo, y al vecino(por si acaso).. dejo pasar dos meses para pulir la cuestión, lo subo a una webpage.
Listo.
Y así es como a punta de clicks, su servidor subió la primera tablatura del Himno Nacional del Ecuador para el GuitarPro, en toda la historia del ciber-espacio. Un capo, eh? Modesto encima.
Bueno, no aburro más. Hay dejo el link.


Eso si, les agradecería mucho que lo calificaran objetivamente.
Saludos desde el más acá.

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