viernes, octubre 29, 2010

Manifiesto zapatista en Nahuatl

Una pequeña entrada, espero os guste tanto como a mi y despierte dentro de ustedes ese deseo de cambio reforma y libertad:

Al pueblo de México:
A los pueblos y gobiernos del mundo:

Hermanos:
No morirá la flor de la palabra. Podrá morir el rostro oculto de quien la nombra hoy, pero la palabra que vino desde el fondo de la historia y de la tierra ya no podrá ser arrancada por la soberbia del poder.

Nosotros nacimos de la noche. En ella vivimos. Moriremos en ella. Pero la luz será mañana para los más, para todos aquellos que hoy lloran la noche, para quienes se niega el día, para quienes es regalo la muerte, para quienes está prohibida la vida. Para todos la luz. Para todos todo. Para nosotros el dolor y la angustia, para nosotros la alegre rebeldía, para nosotros el futuro negado, para nosotros la dignidad insurrecta. Para nosotros nada.

Nuestra lucha es por hacernos escuchar, y el mal gobierno grita soberbia y tapa con cañones sus oídos.

Nuestra lucha es por el hambre, y el mal gobierno regala plomo y papel a los estómagos de nuestros hijos.

Nuestra lucha es por un techo digno, y el mal gobierno destruye nuestra casa y nuestra historia.
Nuestra lucha es por el saber, y el mal gobierno reparte ignorancia y desprecio.

Nuestra lucha es por la tierra, y el mal gobierno ofrece cementerios.

Nuestra lucha es por un trabajo justo y digno, y el mal gobierno compra y vende cuerpos y vergüenzas.

Nuestra lucha es por la vida, y el mal gobierno oferta muerte como futuro.

Nuestra lucha es por el respeto a nuestro derecho a gobernar y gobernarnos, y el mal gobierno impone a los más la ley de los menos.
Nuestra lucha es por la libertad para el pensamiento y el caminar, y el mal gobierno pone cárceles y tumbas.

Nuestra lucha es por la justicia, y el mal gobierno se llena de criminales y asesinos.

Nuestra lucha es por la historia, y el mal gobierno propone olvido.

Nuestra lucha es por la Patria, y el mal gobierno sueña con la bandera y la lengua extranjeras.
Nuestra lucha es por la paz, y el mal gobierno anuncia guerra y destrucción.

Techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación, independencia, democracia, libertad, justicia y paz. Estas fueron nuestras banderas en la madrugada de 1994. Estas fueron nuestras demandas en la larga noche de los 500 años. Estas son, hoy, nuestras exigencias.

Nuestra sangre y la palabra nuestra encendieron un fuego pequeñito en la montaña y lo caminamos rumbo a la casa del poder y del dinero. Hermanos y hermanas de otras razas y otras lenguas, de otro color y mismo corazón, protegieron nuestra luz y en ella bebieron sus respectivos fuegos.

Vino el poderoso a apagarnos con su fuerte soplido, pero nuestra luz se creció en otras luces. Sueña el rico con apagar la luz primera. Es inútil, hay ya muchas luces y todas son primeras.

Quiere el soberbio apagar una rebeldía que su ignorancia ubica en el amanecer de 1994. Pero la rebeldía que hoy tiene rostro moreno y lengua verdadera, no se nació ahora. Antes habló con otras lenguas y en otras tierras. En muchas montañas y muchas historias ha caminado la rebeldía contra la injusticia. Ha hablado ya en lengua náhuatl, paipai, kiliwa, cúcapa, cochimi, kumiai, yuma, seri, chontal, chinanteco, pame, chichimeca, otomí, mazahua, matlazinca, ocuilteco, zapoteco, solteco, chatino, papabuco, mixteco, cuicateco, triqui, amuzgo, mazateco, chocho, izcateco, huave, tlapaneco, totonaca, tepehua, popoluca, mixe, zoque, huasteco, lacandón, maya, chol, tzeltal, tzotzil, tojolabal, mame, teco, ixil, aguacateco, motocintleco, chicomucelteco, kanjobal, jacalteco, quiché, cakchiquel, ketchi, pima, tepehuán, tarahumara, mayo, yaqui, cahíta, ópata, cora, huichol, purépecha y kikapú. Habló y habla la castilla. La rebeldía no es cosa de lengua, es cosa de dignidad y de ser humanos.

Por trabajar nos matan, por vivir nos matan. No hay lugar para nosotros en el mundo del poder.
Por luchar nos matarán, pero así nos haremos un mundo donde nos quepamos todos y todos nos vivamos sin muerte en la palabra. Nos quieren quitar la tierra para que ya no tenga suelo nuestro paso. Nos quieren quitar la historia para que en el olvido se muera nuestra palabra. No nos quieren indios. Muertos nos quieren.
Para el poderoso nuestro silencio fue su deseo. Callando nos moríamos, sin palabra no existíamos. Luchamos para hablar contra el olvido, contra la muerte, por la memoria y por la vida. Luchamos por el miedo a morir la muerte del olvido.

Hablando en su corazón indio, la Patria sigue digna y con memoria.




Emiliano Zapata




Lyn Chong H.

lunes, octubre 11, 2010

Alegremente enfermo.

Es tiempo de asestarle un golpe a la negligencia, de tomar las riendas al coche de nuestras acciones y que mejor manera de hacerlo para un pensador que escribiendo.
La fábrica no esta tan rota como creíamos, vive mientras todavía se puedan reunir fuerzas y pensamientos para seguir publicando; ya era hora de ponerle el despertador a las letras de un teclado empolvado y a una mente que divaga todos los días.

Hoy no escribiré sobre una sociedad en decadencia, no escribiré sobre la inhumanidad arraigada, ni siquiera sobre la ignorancia latente; es suficiente con vivirla dentro de mí como para explicar su funcionamiento en los demás.

Pasividad, actitud de no reaccionar directamente ante determinado suceso.

No entiendo el proceso psicológico que genera esta actitud, pero entiendo perfectamente los resultados de ser una persona pasiva.
Sin relacionarla con la paciencia, definir la pasividad se volvería una tarea casi megalítica; es por eso que no me atrevo a desligar lo uno de lo otro.

Una persona pasiva solo genera pensamientos, solo actúa cuando no le queda otra opción, no expresa su punto de vista ni su próxima meta a alcanzar. Por el simple hecho de no creer que todas las situaciones que se le presenten están bajo su jurisdicción. No puede tomar acción porque si de una u otra manera siente que afecta a los demás esta violando derechos que no quiere que le sean violados por otros.

Estoy enfermo, estoy en la vía directa hacia la insanidad gracias a esta pasividad.
He dejado de lado la búsqueda de la perfección que desde que tengo memoria ha sido lo que me impulsa a seguir acá; por motivos de ''dejar ser'' a los demás.

He adoptado una actitud tan accesible, que inclusive la presencia del mal ( mal de hecho, romántico, ideológico, cualquier mal posible) no me parece que amerite un castigo.

Mi enfermedad no solo ha afectado mi percepción de las acciones de los demás, a mayor grado puedo asegurar que ha afectado (infectado) mi forma de actuar.

Expresarlo es solo el primer paso, buscarle la solución es el camino... La meta, esta muy lejos todavía. Pero si quiero despertar de este ensueño inmoral, escribir será la alarma perfecta que me permitirá retomar la búsqueda de la perfección. Tan infinita, tan imposible tan utópica, tan romántica, tan sublime.. Que, vale la pena.
Lyn Chong H.

¿GENEROSIDAD?

¿Pueden creer que los psiquiatras ven al pesimismo como un síntoma? ¿No se dan cuenta acaso que los únicos que quieren que este mundo sea mejor son exactamente los pesimistas? Los conformistas son felices como viven. Y es nuestro pesimismo el que nos tiene aquí y justo lo que me hace escribir hoy.
Muy bien. Entonces les presento el tema de hoy: "Generosidad"
¿Hasta qué punto es buena? ¿Realmente estamos ayudando? La evolución es el proceso natural por el cual, los seres mas eficaces y aptos sobreviven mientras que los inferiores mueren, asegurando así la supervivencia y progreso de una especie. La generosidad, como acto de solo dar, sin recibir nada a cambio es la autodestrucción de la especie, ya que proveemos de lo necesario a los más débiles, permitiendo que sobrevivan, con la única enseñanza que pueden conseguir cosas de una manera demasiado fácil sin mayor esfuerzo.
La estrategia judeo-cristiana de ayudar al mas necesitado ha pervertido la finalidad misma de la sociedad solo por alcanzar el fin de multiplicar y multiplicar hombres a sus filas. Pero en esta época en la que hemos aparecido los inconformes, poco a poco la iglesia va perdiendo lo que con abusos y planes malvados ganó. Es hora de que nos hagamos responsables de todos los epistemos, tan importantes para el arranque de cualquier ciencia social. ¿Cómo se puede hablar de papeles sociales en dependencia del sexo si no poseemos una imparcialidad y neutralidad al momento de tratar al hombre y mujer? Esto es algo que necesita analizarse desde el orígen de las cosas, desde las únicas palabras que nos permiten saber si debemos o no hacer o proceder de alguna forma: El bien y el mal...