lunes, octubre 11, 2010

Alegremente enfermo.

Es tiempo de asestarle un golpe a la negligencia, de tomar las riendas al coche de nuestras acciones y que mejor manera de hacerlo para un pensador que escribiendo.
La fábrica no esta tan rota como creíamos, vive mientras todavía se puedan reunir fuerzas y pensamientos para seguir publicando; ya era hora de ponerle el despertador a las letras de un teclado empolvado y a una mente que divaga todos los días.

Hoy no escribiré sobre una sociedad en decadencia, no escribiré sobre la inhumanidad arraigada, ni siquiera sobre la ignorancia latente; es suficiente con vivirla dentro de mí como para explicar su funcionamiento en los demás.

Pasividad, actitud de no reaccionar directamente ante determinado suceso.

No entiendo el proceso psicológico que genera esta actitud, pero entiendo perfectamente los resultados de ser una persona pasiva.
Sin relacionarla con la paciencia, definir la pasividad se volvería una tarea casi megalítica; es por eso que no me atrevo a desligar lo uno de lo otro.

Una persona pasiva solo genera pensamientos, solo actúa cuando no le queda otra opción, no expresa su punto de vista ni su próxima meta a alcanzar. Por el simple hecho de no creer que todas las situaciones que se le presenten están bajo su jurisdicción. No puede tomar acción porque si de una u otra manera siente que afecta a los demás esta violando derechos que no quiere que le sean violados por otros.

Estoy enfermo, estoy en la vía directa hacia la insanidad gracias a esta pasividad.
He dejado de lado la búsqueda de la perfección que desde que tengo memoria ha sido lo que me impulsa a seguir acá; por motivos de ''dejar ser'' a los demás.

He adoptado una actitud tan accesible, que inclusive la presencia del mal ( mal de hecho, romántico, ideológico, cualquier mal posible) no me parece que amerite un castigo.

Mi enfermedad no solo ha afectado mi percepción de las acciones de los demás, a mayor grado puedo asegurar que ha afectado (infectado) mi forma de actuar.

Expresarlo es solo el primer paso, buscarle la solución es el camino... La meta, esta muy lejos todavía. Pero si quiero despertar de este ensueño inmoral, escribir será la alarma perfecta que me permitirá retomar la búsqueda de la perfección. Tan infinita, tan imposible tan utópica, tan romántica, tan sublime.. Que, vale la pena.
Lyn Chong H.

1 comentario:

Otro angel caido. dijo...

Mi buen amigo Lyn...Me parece un gran paso el que tomó. Yo sigo la filosofía que ha tomado, pero lamentablemente solo me sirve pa aconsejar a mis amigos. El día de hoy soy responsable de dar el ejemplo con la práctica. Una inspiración es esto.