martes, marzo 16, 2010

Por aquellas tiras de antaño

Temprano en la infancia, di en cuenta la existencia de "cosas" que me gustaba hacer más que otras. Ojo, que no hablo de actividades laboriosas sino recreativas, ya que puedo reconocer que de chico era un flojo. Entonces me fui acercando hipnotizado a todas aquellas gratuitas fuentes de placer, llámense crayones, cuentos, salchipapas y globitos de agua. Las fui consumiendo con el pasar de los años, y evidentemente tambien ellas a mí, hasta que terminaron devorando al niño y dejaron solamente el cascarón de un ser ambiguo que aspiraba a la pubertad.

Como es natural, las moralejas y metáforas de los hermanos Grimm y de Oscar Wilde se tornaron triviales y vacias, demasiado pequeñas para mi talla del 12 y medio. Y empecé a desechar amores, miedos y platos favoritos; como quien se cambia de ropa, como quien despide un amigo. En general, se fue mucho, cosas que ya sólo se recuerdan abriendo albumes a familiares o leyendo cuadernos de borrador.
Con esto quiero decir, expresar que profundos, cuan claros son mis recuerdos de estas tiras cómicas de mi ayer.
Ahora, de donde precedió esto:
  • Compraban El Universo.
  • El móvil perfecto para abrir un periódico lleno de mierda son sus caricaturas.
  • La primera, primerísima de estas, en la esquina superior derecha y con la que empezaba yo mis lecturas matutinas era Mafalda.
Y quiero ser muy claro. Porque Mafalda, como un "algo", fue un algo muy apartado de mi infancia, y como yo no quiero que el blog se vuelva un pensil nostálgico más me vale ser claro en este punto.

He dicho yo que por aquellos dias era fácil "encantarse" con el mundo. O sea, yo era un enamorado. De la lluvia y del olor del puerto. Pero así mismo, inevitable y como a muchos apasionados, ese tezón, ese calor se iba apagando. Digo muchos porque he conocido yo enamorados eternos, joviales juglares salidos de los márgenes, y digo inevitable porque la leña era la infancia misma.

Por esta comprobada razón es necesario decir que Mafalda era la preparación de un mundo que se nos venía, para mí, inteligentemente disfrazado de crítica a la sociedad argentina.

Pero, ¿poeta o profeta?

Porque si uno se encierra tres minutos en su mente se da cuenta de que su crítica es extrapolable a paradigmas humanos más complejos que el mero asunto social.
Señores, es eterna.

Quino, al igual que otros seres avanzados, se las ha ingeniado para atrapar la materia humana, y dándole forma de niña ha inventado, ha creado, ha parido un ser mitológico, tambien una leyenda, una filósofa, y (¿por qué no?) una tierna caricatura.
Y si Dios existe en alguna parte y aguarda cansino el paso del tiempo, sabrá cuan pocas son las almas que transmigran de épocas lejanas y logran con (no existe aun esta palabra) iluminar varias secuencias de generaciones.
Pero repito, la nostalgia es una espada, y esos dos filos apuntan inciertos a una generación entera, esa que está naciendo, pero que como muchas otras, es seducida para que no hable, no camine, y no se sepa limpiar el culo.

Yo les reclamo: ¡¿Dónde están sus padres?!

Esos pendejos no se enteran aun del potencial que dejaron perder, y siguen convencidos que nuestro propio potencial es nuestra maña.

¿A dónde fueron los beatniks de nuestra generación?

¿Dónde está la inconsecuencia?


¡Gracias, nena!

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