jueves, octubre 20, 2011

En el Western de mi Tiempo.




¿Canta el pueblo oprimido de Libia "adiós al tirano"? ¿Se han unido ya en el fervor de la brava fiesta, niños y ancianos? ¿Es acaso la magra carcasa del viejo déspota el nuevo fetiche de la libertad? ¿Esta noche dormirán, bajo la pesada manta de la opinión internacional políticamente correcta enarbolada por el Consejo de Transición, tranquilas las mujeres y la niñas? ¿Canta el pueblo oprimido de Libia "adiós al tirano"?

"Sólo sé que nada sé" me obliga a escribir mi vena mas socrática, esperando como el viejo sabio, que las fugaces intenciones de satisfacer mis preguntas del bienvenido interlocutor me acerquen a través de inconsistencias un poquito más a la quimera de la verdad.
Pero he de contentarme con Orwell, ese antipático del comunismo ortodoxo y del fascismo bárbaro que grabó a fuego en mí estas letras:



"El lenguaje político está diseñado para hacer
que las mentiras suenen veraces
y los asesinatos respetables,
y para dar una apariencia de solidez al viento puro."


Me he quedado corto una vez más. Sólo quiero sopesar los hechos para arrastrar con docilidad mi ideario al desagüe moral de nuestros tiempos, ahí donde se ha pintado con grandes caracteres que algunos son más iguales que otros y donde se especifica el tamaño y constitución de los eslabones de las cadenas de nuestras almas. Me consta sí que a mi gato lo quiero cada día más. Y eso lo sé porque lo sé, mi querido Sócrates.


Actualización: Video de terroristas libios junto a los despojos de Muammar Gaddafi. Nótese que el Coronel fue un prisionero antes de ser asesinado, por lo cual a los perpetradores se les debería inquirir en un tribunal los motivos para matar a sangre fría a un hombre desarmado de 69 años.



Y antes de que se me olvide: ¡felicitaciones a los respectivos pueblos de la OTAN! Pueden seguir rodando sus autos con precios módicos hasta que estalle el próximo conflicto.

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