miércoles, febrero 03, 2010

Aventuras dentro del hogar desconocido


"¿Buscas verdaderas aventuras en el Ecuador? Te voy a revelar cómo descubrí millones de onzas de oro inca y además, cómo puedes llenarte los bolsillos con este dorado metal adquiriendo mi EcuadorGoldReport."
Palabras-carnada, dispuestas para el hombre-pez, se leen codiciosas en la home-page de "Recursos para Cazatesoros, Exploración y Detección de Oro de Stan Grist", una web gringa dedicada a nada menos que proveer sugerencias sobre como extraer este metal aurífero de la amazonía ecuatoriana, por una razonable cantidad de dólares.
"Después de buscar y dragar oro durante algunos años en muchos de los estados del oeste americano, hice el descubrimiento de mi vida:
Un día, revolviendo archivos en la habitación pequeña, oscura de una librería de segunda mano en España, encontré la copia de una vieja revista Argosy. Uno de los artículos trataba de un explorador que había encontrado millones de onzas de oro en los 30`s, en un remoto río escondido de un pequeño país del tercer mundo. Su único problema eran los salvajes, sanguinarios cazadores de cabezas que mataban a quienes se acercaban. Al final de su aventura, apenas si había logrado salir de ahí con vida.
Pasarían años antes de que yo estaba estuviera dispuesto a intentar incursionar en la zona. Yo estaba bien armado con mapas, historia, algunas habilidades del lenguaje y modernos equipos de supervivencia.."

Así, este Indiana Jones moderno tiene la tonta idea de perderse unos dias en las profundas y oscuras selvas ecuatoriales con el inteligente fin de explotar los recursos que allí pueda encontrar. Y sigue asi..
"Sorprendentemente, he encontrado que los hoteles, la comida y todos mis gastos son muy baratos, una fracción de lo que son en Norteamérica. Un enorme filete acompañado de buena cerveza local viene a ser menos de tres dólares. La comodidad de mi hotel: 11 dólares la noche! A continuación, alquilé una 4x4 y eché rumbo a la selva. El vehículo era muy bueno.."

Acortando la historia, Stan Grist encontró que los "nativos", como les llama a los habitantes de Tena, capital del Napo, ya no son lo que las leyendas cuentan, sino hospitalarias personas, muy dispuestas ha trabajar por una débil pero constante suma de dinero.
Asi las cosas, Mr. Grist se valió del asesoramiento exterior, apoyo financiero y los tecnicismos de un geólogo para delimitar zonas de producción donde, desde hace ya unos años, que se explora y explota.


Como resultado, se hicieron concesiones por parte del estado ecuatoriano, el que por supuesto, no contaba con órgano interno alguno para la regulación de la producción minera, por lo que "cobró tierras" por precios sumamente convenientes.
Para los americanos, como siempre.

Ahora, ¿dónde esta lo interesante de todo esto?
Codicia internacional, tercer-mundismo, leyes adversas, entre otras cosas, son lo que siempre sorprende al lector.
Pero el ecuatoriano, ¿cómo se siente?
¿Que siente el guayaco burgués que lee como a 200 km de su casa un extranjero cualquiera hace realidad su sueño?
O la sociedad negra ecuatoriana, cada vez más pobre. ¿No ven que bajo el suelo hay trabajo de obrero para el capital imperial?
O el indígena, que vale mierda porque eso valen las tierras de sus antepasados.
¿No siente asco ante la obscena presencia del gringo?
¿No hay pudor viendo a la patria desnuda y abierta al foráneo invasor?

Seguira siendo obviable, entonces, que somos el tercer mundo.

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