Pero ayer amenazó por segunda vez con limpiar nuestro ático -esa suerte de tercer piso donde el polvo y las arañas guardan con indiferencia los más viejos y sencillos secretos de la casa-.
La perpetradora (mi tía ^^), estrenó aquella aspiradora nueva con habilidades que parecían provenir de vidas pasadas y lejanas.
Para ser justos, diré que no le dejé tocar las cajas ni sus pulguientos contenidos, pero nada pudo evitar que una generación de ácaros, pelusas y canicas terminaran en el polvoriento vientre de ese aparato.
Debido a los débiles pero constantes sonidos provenientes de las regiones lumbares de mi tía, me ví persuadido a continuar tamaña obra. Y debo admitir, me tomó por sorpresa reencontrarme con el color original de la alfombra.
Detalles. Mis apreciaciones filosóficas tuvieron que esperar al día siguiente (heute), cuando por lo que llamaremos suerte encontré un cortometraje rodado en el pais, y que presentaba una dirección técnica compuesta por personas de diversas nacionalidades (compatriotas, por supuesto).
La historia es flaca y los personajes no siempre convencen, pero sabe gustar, entre otras cosas porque se ve real, nada pomposa, sin diálogos innecesarios..
Y porque siempre es apreciable ver a los tuyos "ahí", en el spotlight.
Opiniones políticas, ¿por qué no?: la izquierda esta de moda.
Me pregunto que sigue haciendo la gringa en un pais tan corrupto.
-¡Qué gil! -y digo- si la pregunta es que hace tanto ecuatoriano ahí.
-Y como si fuera un sueño imagino a mi tía escudriñando el suelo paisano, buscando en el escaparate de la realidad nacional el motivo de tanto polvo, de tanta suciedad.-
Me pregunto: ¿cuál será el color original de nuestra tierra?
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